martes, 29 de enero de 2013

Nuevo escándalo de Apple

Recientemente se ha conocido a través de una auditoria interna de Apple se han identificado 106 casos de mano de obra infantil en 2012 en las fábricas chinas que manufacturan los conocidos iPhone e iPad. Según un artículo de The Guardian, han sido hasta 11 las fábricas identificadas como empleadoras de mano de obra infantil en las que además se cometen muchos otros atentados a la dignidad de sus trabajadores (test de embarazo obligatorios, jornadas de trabajo maratonianas, confiscaciones de salarios, empleo de armas en los lugares de tabajo, etc.).

Según indica el informe, una de las principales agencias de la zona (Shenzhen Quanshun Human Resources) se alía con las familias de los menores para falsificar documentación y permitir así que se incumplan las normativas internacionales e incluso las nacionales (la mínima edad para trabajar en China son 16 años).


Resulta sorprendente este hallazgo tras las declaraciones del año pasado de Tim Cook, en las que calificaba el trabajo infantil como "aberrante" y lo consideraba algo extremadamente raro en la cadena de suministros de Apple. Tim Cook es el actual Consejero Delegado de la compañia y anteriormente estuvo encargado de establecer esta cadena de suministros de Apple.

Al drama ya conocido de la esclavitud y muerte infantil relacionada con el Coltán, se suman nuevos capítulos relacionados en este caso con el ensamblaje de dispositivos electrónicos. No es novedad en lo relacionado con este gigante de la electrónica, que ya en anteriores ocasiones ha visto su nombre manchado con noticias similares:
Parece que a raíz de la terrible realidad descubierta en la empresa Foxconn en 2010, se están conociendo más y más casos de esta índole.


Por supuesto que Apple no es la única empresa de este sector que explota a menores. Todos estos ejemplos pueden hacernos pensar que, en lugar de ser circunstancial el empleo de mano de obra infantil en condiciones deplorables, este puede ser un hecho habitual en este sector. En base a lo anterior, ¿no debería nuestra conciencia despertarse? ¿podemos expresar nuestros mejores deseos y comunicarnos con nuestros seres queridos a través de dispositivos que les están constando la infancia (e incluso la vida) a muchos niños y niñas?

Podemos plantearnos, como han hecho ya otros cosumidores antes, si es posible encontrar un tablet (u otro dispositivo electrónico) en el mercado que cumpla con unos mínimos criterios éticos. Afortunadamente, se plantean algunas alternativas como FairPhone.


Ubicaciones mencionadas en el artículo:


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